Después de este largo feriado de Semana Santa, se vuelve a la rutina, la casa patas pa' arriba, ordenar, lavar, trámites, kinesiólogo, cocinar, etc. ¡Me cansé!
Robin con mucho trabajo, así que todo el día sola. Pero tengo a mi niña que me acompaña, Pelusa. Está tan bella, tan linda y tan inteligente, que dan ganas de comérsela. El sábado la llevamos al veterinario y está sanita, le puso su vacuna, su antiparasitario, vitaminas y se enamoró de ella.
Le compré una capita porque aquí hace frío y es tan chiquitita, y lo divertido es que se queda tiesa, no camina, no se mueve, nada. Jajaja, parece que la capita la inmoviliza, pobrecita, no sabe qué le ponen encima.
En Santiago, estuve una semana acompañando a mis papás y cuidando a mi mamá, que gracias a Dios, está un poco más estable. Eso sí, la encontré tan delgada, está pesando 52 kilos, lo cual es muy poco para ella. Siempre fue delgada, pero ahora está demasiado. Ya quisiera YO pesar eso, jajaja.
Mi mamita Ami
Mi mamita y yo
Mi mamita y mi hermano Mario
´También aproveché de ver a mis amigas, mo a todas, pero a dos por lo menos, y lo pasamos muy bien. Ahora echo de menos toda la compañía. Pero hay que volver a la realidad. Acá todavía no tengo amigos, es una ciudad bien cerrada que cuesta hacerse de amigos. En fin, tengo que seguir entreteniéndome sola.
Mis amigas Susana y Vivi
Mi hija Susi me invitó a una pastelería coreana en Patronato, donde venden exquisitas cosas como pasteles de té verde, tortas, panes especiales, con verduras, queso, en fin de un cuanto hay. Y unos ricos milkshakes de moka, café, frutos rojos, etc. No sé por qué la foto sale chueca, no lo pude arreglar, jiji.
¡Ya nos comimos todo!