sábado, 28 de noviembre de 2009

Mi nueva vida....




Bueno, ya estoy instalada en Valdivia, mi ciudad natal, tratando de acostumbrarme a la lluvia y a no ver el sol por mucho tiempo. Pero lo lograré, no es tan terrible.
Esta zona está considerada la más bonita de Chile, y es verdad.

Ha crecido tanto que todavía no me atrevo a salir sola.
También les cuento que encontré o reencontré a mi costilla.... es una larga historia de algo así como 30 años.
Estoy feliz, a pesar de lo que echo de menos a mis hijas y a mi familia, pero el destino no da muchas oportunidades.
Para mi salud es muy bueno salir de Santiago y su estrés, contaminación y ruido.
Acá todo es relajo y calma.
Les iré contando mis aventuras.

Maru

miércoles, 25 de noviembre de 2009

He vuelto


Después de un cambio radical de vida, vuelvo renovada, relajada y feliz.
Espero que todos estén muy bien y sigamos en contacto.

Un beso para cada uno, sin excepción.

Maru

jueves, 12 de noviembre de 2009

domingo, 8 de noviembre de 2009

Comida familiar...


Ayer tocó comida familiar, un curanto en olla para morirse, mmm, con lo que me gustan los mariscos. Lo mejor es que estuvimos en familia, aunque faltó mi prima favorita que tuvo que trabajar, y mi padrino que está enfermito. Lo pasamos muy bien y comimos hasta quedar hiper satisfechos. Linda reunión; gracias familia.
Maru
Los hermanitos Ávila Carrasco

jueves, 5 de noviembre de 2009

Estado físico???




Alineación al centro
Por favor miren mi estado físico. Era un Dique en San Juan, Argentina.
Bajamos muertos de la risa, eran entre 80 y 100 peldaños, nada, jajaja.
Y para subir ayyyyyyysssssssss, si me acuerdo y me duele todo.
Maru

martes, 3 de noviembre de 2009

Carrete con mis amiguis Yegüis....




Hace muchos años que soy parte de un grupo de super amigas (las Yeguas for Ever), y cada cierto tiempo nos juntamos y lo pasamos requete bien. Susana, Marcia, Vivi y Paty, me han hecho aprender de que la amistad verdadera sí existe. El sábado nos juntamos en casa de Susana, e hicieron un rico asado, comimos rico y lo pasamos fantástico. Espero no perderlas nunca, aunque usemos pañales, no tengamos dientes y el alemán nos persiga. Las quiero mucho amigas.
Maru