lunes, 24 de noviembre de 2014

Mi yo y mi otro yo

¿Les he contado que soy bipolar?  Tal vez sí.
Lo recuerdo porque me he dado cuenta de que últimamente me siento dividida.
Siempre he sido una persona curiosa, ávida de conocimientos, de descubrimientos, necesitada de escribir, de dejar fluir mi imaginación plasmando escritos que me surgen en la cabeza.
Pero de un tiempo acá todo eso ha cesado.  Aparte de seguir de ávida lectora, nada suele interesarme mucho.  Ya no veo las noticias, porque las degradaciones de este mundo de avergüenzan y me aterrorizan. No quiero ya prender la tele para saber cuántos asaltos, atracos, robos o asesinatos se han cometido.  Tampoco quiero saber cuántos decapitados lleva ISIS, ni cuántos femicidios llevamos este año.  De política ni hablemos.  Tampoco me interesan los deportes, qué digo, el fútbol, porque es de lo único que se habla en la tele, como si el resto no existiera.
Y qué decir de la farándula y los escándalos de los que se creen famosillos y de los que  muchos yo no he escuchado en mi vida.
Hasta en la música estoy atrasada.  Ya no conozco las nuevas bandas; a veces escucho canciones que me gustan, pero ni idea de quién las canta.
Y es que he dividido mi yo en dos: mi yo cotidiano, el que lee, borda, atiende su casa, su marido y su mascota.  La que pone lavadoras, secadoras y que no plancha si puede evitarlo, por mi otro yo que vive en otro mundo donde no se mueve ni una hoja, donde todo fluye y resbala, donde el pensamiento le gana a la acción y desgrana cosas que mi otro yo ni siquiera piensa.
No me juzgo, no sé si está bien o mal, no sé si peco de algo.  La verdad, ni eso me importa.
He ahí la frase precisa "nada me importa", fuera de mi día a día, mi familia, mis amigos y mi salud.
Creo que me identifico con Jaime Sabines quien  escribió:

"Aquí no pasa nada; 
mejor dicho, pasan tantas cosas juntas
al mismo tiempo que es mejor decir
que no pasa nada".

Pero aclaro:  al decir que nada me importa, no es que las personas no me importen, no, ellas, ustedes me importan mucho, porque son lo único cierto, certero y palpable de este mundo.  Que, aunque hacemos mucho daño, también hay quienes se dan el tiempo de preocuparse por los demás, de hacer el bien y de leer las eculubraciones de una bipolar como yo.

Cariños
Maru

jueves, 20 de noviembre de 2014

Gracias



Gracias al sol por envejecer cada tarde entre sus montañas, al agua por correr en diques que buscan caminos donde separar campos y regarlos con afecto, al viento por llevarme hasta los buenos sentimientos de buenas personas. 
Gracias a la luna por cuidar con su mirada a las personas que se extravían en las conversaciones de arreglar mundos, al vino por encenderlas, gracias al humilde por escucharlas. 
Gracias a todo el que sabe decir "de nada".
Gracias al que lee y al que grita, si lo que grita es más hermoso que el silencio.
Gracias al que se lo merece, al que lo sabe, gracias al que debiendo hablar, se calla.
Maru

lunes, 17 de noviembre de 2014

Otra semana

La semana pasada fue un poco rara, supongo que echaba de menos a mi hermana, pues me quedé sola de nuevo.  Pelusa me acompaña.

Al fin tomé mi bordado de nuevo, y algo he avanzado, como digo, piano piano... en la medida que mi columna me lo permita.  Lo arrugado de la tela es porque nunca he podido usar bastidores.


El famoso TUSAL, donde se van dejando los restos de hilos, para que no anden por todos lados y menos en la ropa del marido... 




El sábado celebramos los cinco años desde que llegué a Valdivia con mi maleta llena de sueños.  No me he arrepentido nunca, a pesar de que he tenido que pagar el precio de estar lejos de mis hijas y de mi familia.

Aquí Robito castigándose, jajaja



Ésta es época de frutillas, deliciosas y tan saludables, he comido muchas, tanto solas como en batidos.  Estas las cosechó Robin en el campo.



También me hice un bastidor para colgar mis aros (pendientes), así están más ordenados, considerando que es casi la única joya que uso.

El viernes fui a la peluquería y me cambié el look.  Cuando me crece mucho el pelo, mis rulos se vuelven indomables y sé que ya tengo que cortármelo un poco.  Lo malo fue que me dio un bajón de azúcar en la peluquería y me sentí muy mal.  Menos mal que la chica que me atendía tenía un caramelo y me sentí mejor.  Habían pasado muchas horas sin comer, parece que tendré que tener más cuidado con eso y andar con una bolsita de caramelos en mi bolso.

Y por último, les recomiendo el libro que estoy a punto de terminar, Reinas malditas, de Cristina Morató.  Buenísimo, relata la historia de 6 reinas o emperatrices de la historia europea.  Sus vidas, que no siempre fueron tan felices como uno esperaría, dado todo el lujo y privilegios que tenían.

Y bueno, con esto me despido, esperando que tengan una linda semana.
Un beso a todos.
Maru




lunes, 10 de noviembre de 2014

Hola a todos!

Y pasa el tiempo.  Ya se fue mi hermana, fue una linda visita.  Hicimos muchas cosas, paseos, etc.  Y comer, por supuesto... eso no falta, sobre todo aquí, habiendo tanto marisco y cosas ricas para comer.
Pongo fotitos.

En un café comiendo torta con cerveza

Los infaltables lobos marinos en el río


Los candados de los enamorados en el puente


Robin y Marta


Marta, Robin y yo en la Feria Gastronómica de Ranco


Unos ricos erizos de mar


Huepos, una especie de navajuelas gigantes.  A la parmesana quedan exquisitos


Piures


En las Termas de Chihuio, Futrono


Las hermanitas en Puerto Varas


Un paseo en lancha para despedirse de Valdivia



Como ven, fue una hermosa semana disfrutando de mi hermana, que no venía hace como 30 años a su ciudad natal.   
Ahora, a volver a la rutina, a retomar mi bordado, mis lecturas y las cosas normales, casa, médicos, etc.
Debo decir que quedamos las dos bien adoloridas con tanto ajetreo, mi hermana también tiene fibromialgia, así es que estamos pagando.  Pero como dice el dicho... lo comío y lo bailao.....

Nos vemos en otra ocasión, que tengan una buena semana.
Gracias a mis nuevos seguidores, son una luz en mi vida.
Maru