Así que me decidí a desocuparlo para hacerlo dormitorio de visitas (sobre todo para cuando vengan mis hijas).
Y vaya que saqué cosas. El problema era dónde meter lo que no quería botar. Así que dejé el ropero lleno de mis cosas, y acomodé y en nuestro dormitorio también quedaron algunas cosas. Me niego a deshacerme de mis hermosas telas.
Tengo cosas para scrap, que es lo que pretendo hacer ahora, pero lo puedo hacer en la mesa del comedor. Me falta acomodar las impresoras y la máquina de coser.
Y la mesa de trabajo tendré que regalarla o no sé, pero nada puede quedar ahí porque es muy pequeña, cabe la cama y un velador y nada más. Y un mueble de pared que se cuelga. Con eso basta para una visita (espero).
Además, he vendido muchas de mis cosas de punto cruz. Sólo me quedan unas telas y mis hilos. Eso es más problemático porque tengo muchos nuevos, pero también muchos usados y no sé qué hacer con ellos. Los nuevos los puedo vender, pero los usados no sé... ahí veré.
Así que me cansé bastante el sábado y hoy el kine me tuvo que "rearmar". Pero me alegro de haberlo hecho por fin, ya que estaba mucho tiempo dentro de mi agenda.
Les muestro fotitos.
Agradezco a quienes han pasado a verme y dejado comentarios. Estoy haciendo una recopilación de mis cuentos, mis reflexiones, poemas, etc. y me he encontrado con amig@s que hace mucho que no sé de ell@s. Y les he dejado saludos y algunos me han contestado, lo que me hace muy feliz.
Espero que sigamos en contacto.
Un beso a tod@s
Maru
Algunos de mis hilos
Y nuestra hermosa Pelusa, recién llegada de la Perruquería