viernes, 29 de diciembre de 2023

Deseos 2024

Y se nos va el 2023.  Fue un año de varias pérdidas para mí.  Partieron sorpresivamente personas queridas que no deberían haberlo hecho.  Pero así es la vida.  Estos son los deseos para el 2024 (desconozco el autor).

"Que tengas suficiente felicidad para mantenerte dulce.
Suficientes problemas para mantenere fuerte.
Suficientes penas para mantenerte humano.
Suficientes esperanzas para mantenerte feliz.
Suficientes fracasos para mantenerte humilde.
Suficientes éxitos para mantenerte anhelante.
Suficientes amigos para darte consuelo.
Suficiente fortuna para cubrir tus necesidades.
Suficiente entusiasmo para mirar hacia adelante.
Suficiente fe para mantenerte optimista.
Suficiente determinación para hacer que hoy sea mejor que ayer"

domingo, 10 de diciembre de 2023

Dos palabras




Había un señor que les tenía fobia a los signos de interrogación.  Pero era lo bastante inteligente como para saber cuándo le hacían una pregunta aunque no tuviera los signos. No sé a qué le tenía tanto miedo, pero así era su vida.

Lamentablemente, a pesar de ser bastante inteligente, hay dos palabras que nunca aprendió:  empatía y asertividad.

La empatía es la cualidad de sentir conexión con los demás, de ponerse en sus zapatos, y entender sus sentimientos o motivaciones. 

La asertividad es una habilidad de comunicación, de expresar de forma natural los pensamientos, deseos y convicciones. Hay personas que pueden ejercitar ambas cosas, una, o ninguna.

Me parece (puedo estar equivocada), que el hecho de que este señor bastante inteligente esté comunicándose con alguien y de repente desaparezca sin despedirse por días, semanas, y no se comunique hasta que prácticamente lo obliguen,  es una muestra cierta de que este señor bastante inteligente, lamentablemente para él, no aprendió las dos palabras mágicas.  Reemplazó a las personas por computadores, libros, películas, etc., lo cual lo alejó cada vez más de la gente que quería ser su amigo.

Y así, cada vez se iba quedando más solo.  Y aunque dijera que eso le gusta, no le creían, los seres humanos recibimos la bendición de comunicarnos y es esencial para nuestra vida.

Diferente es no querer comunicarse con una persona en particular;  pero eso se soluciona también con palabras simples:  "no quiero escribirte ni que me escribas". 

Lo tratado era tan simple y tan difícil para el señor bastante inteligente, que los pocos amigos que le quedaban, al no encontrar empatía ni asertividad en este señor bastante inteligente, se fueron retirando,  y un día este señor inteligente, sólo pudo hablar en su trabajo, donde no hay amigos.

Qué pena por el señor inteligente, que no supo darse cuenta a tiempo y aprender las dos palabras.

Pero, a todos nos llega el momento de mirar para atrás y preguntarse "¿qué hice de mi vida?" (perdón por los signos, pero eran necesarios), y tal vez sea muy tarde para recuperar el tiempo y los afectos perdidos.  Y ya no habrá vuelta atrás.

Maru