miércoles, 9 de febrero de 2011

Mano...

Una mano danza suavemente, se eleva al aire con estilo. 
Se eleva y atrapa vida entre sus tejidos, rejuvenece y empieza a verse un poco mejor. 
Nadie se eleva como ella, se deja caer.
Cae como catarata a través del vacío, 
se detiene en el silencio y gira hasta atravesar las barreras de lo mortal. 
Ahora ella pertenece a una nueva dimensión. 
No requiere concentración ni movimiento, 
nada más sencillo y bello que la mano que danza sin motivo, 
y saluda al extraño entregándose.
Maru

1 comentario:

  1. Manos para saludar y para acariciar, siempre son buenas, mejor todavía de una mano danzando suavemente.
    Un beso, Maru

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El alma se alimenta de palabras, y tus palabras son muy importantes para mí. Déjame algunas y seré muy feliz.