miércoles, 24 de julio de 2013

El ladrón invisible...


¿Por qué no sabemos mantener la paz en nosotros mismos? Cada uno de nosotros tiene un ladrón invisible que le sigue por todas partes.
¿A qué se dedica ese ladrón? A robarnos. A este ladrón no le detienen las puertas, ni las cerraduras, ni las alarmas.
Pero no se dedica a robarnos el dinero o la ropa, sino que nos priva de los bienes más valiosos que poseemos: la alegría, la paz, la satisfacción, el entendimiento.
Y esas posesiones son, en realidad, mucho más importantes que cualquier otra cosa.
Al decir “quiero paz en mi vida, pero… más adelante”, estamos dando permiso para entrar a este ladrón invisible. Ésa es su señal. Con sólo oír “ahora no”, el ladrón dice: “A esta persona le puedo robar con facilidad porque, en vez de proteger su bien más valioso, no hace más que desperdiciarlo”.
Y en ese momento, nos roba lo más importante que tenemos.
Maru

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