sábado, 15 de agosto de 2020

 

El Duende...


Érase un duende..
pequeño y cristalino,
pero un día,
envuelto en la neblina de un invierno,
emprendió su camino
y ya no se fundó la primavera
ya no estalló la alquimia,
no florecieron palabras con olor a violetas;
y sobre el corazón abierto en surcos
la lluvia fresca se tornó cenizas.
Duende..
se escondió entre tus labios,
la partitura tibia de mi beso
y calló la canción de tu caricia,
hoy de nuevo es otoño...
y su traje de escarcha..
Ya prepara el invierno,
mas, yo saldré a buscarte
en el ruidoso paso de cortejos resecos
en el sordo lamento del viento en el camino.
¡¡Debo encontrarte Duende..!!
y fundar otra vez la primavera..
Y desterrar la bruma
¿detrás de qué desierto?
¿de qué mar en tumulto estás perdido?

Maru

5 comentarios:

El alma se alimenta de palabras, y tus palabras son muy importantes para mí. Déjame algunas y seré muy feliz.