miércoles, 30 de mayo de 2012

Nueva idea...

Bueno, como ya no bordo punto cruz, y me quedé con un montón de toallas y secaplatos listos para bordarlos, me decidí a sacarlos de su baúl y se me ocurrió que en vez de bordarlos les iba a poner tela.
Éste es el resultado.







Maru

domingo, 27 de mayo de 2012

Noemí...

Noemí está cansada. No ha sido fácil su vida.  Desde muy joven ha tenido que ser mamá y papá de sus hijos.  Ha trabajado como loca para que no les falte comida ni educación.  Les inculcó valores y principios y gracias a Dios, aún los tienen.
Pero Noemí está cansada.  
Los hijos de Noemí son como el agua y el aceite.  Completamente diferentes.  Uno es calmo, sereno, puede no estar de acuerdo con Noemí, pero no discute, no se enoja, se quieren, y se lo dicen.
Su otro hijo es una bomba atada a la cintura.  Nunca se sabe cuándo explotará.  No necesita motivos.  Ha despreciado a Noemí desde niño, ha sido injusto, lapidario e incomprensivo.  No le da tregua.  Y Noemí está cansada.  Tan cansada que ya dejó de tratar de buscar la paz.  
Noemí cambió su vida.  Su vida es buena, no se puede quejar.  Aunque sus hijos estén lejos, ella sabe que están bien y que pase lo que pase serán sus hijos toda la vida.  Total, nadie dice que es obligación que los hijos quieran a sus padres, reflexiona.  
Pero Noemí está cansada, el cansancio no le da tregua.  Tan cansada que abrir los ojos es un gran esfuerzo y levantarse de la cama por las mañanas es una guerra con ella misma.
Pero Noemí sabe que algún día descansará y nadie podrá hacerle daño y hasta puede que la extrañen.
Maru

viernes, 25 de mayo de 2012

¿Y TÚ QUÉ CREES..




En el vientre de una mujer embarazada estaban dos criaturas conversando cuando una le preguntó a la otra:


- ¿Crees en la vida después del nacimiento?
La respuesta fue inmediata:
- Claro que sí. Algo tiene que haber después del nacimiento. Tal vez estemos aquí principalmente porque precisamos prepararnos para lo que seremos mas tarde.
- Bobadas, no hay vida después del nacimiento! ¿Cómo sería esa vida?
- Yo no sé exactamente, pero ciertamente habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y comamos con la boca.
- Eso es un absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer con la boca? Es totalmente ridículo! El cordón umbilical es lo que nos alimenta. Yo solamente digo una cosa: la vida después del nacimiento es una hipótesis definitivamente excluida – el cordón umbilical es muy corto.
- En verdad, creo que ciertamente habrá algo. Tal vez sea apenas un poco diferente de lo que estamos habituados a tener aquí.
- Pero nadie vino de allá, nadie volvió después del nacimiento. El parto apenas encierra la vida. Vida que, a final de cuentas, es nada más que una angustia prolongada en esta absoluta oscuridad.
- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del nacimiento, pero, con certeza, veremos a mamá y ella cuidará de nosotros.
-¿Mamá? ¿Tú crees en la mamá? ¿Y dónde supuestamente ella estaría?
- ¿Dónde? En todo alrededor nuestro! En ella y a través de ella vivimos. Sin ella todo eso no existiría.
- Yo no creo! Yo nunca vi ninguna mamá, lo que comprueba que mamá no existe.
- Bueno, pero, a veces, cuando estamos en silencio, puedes oírla cantando, o sientes cómo ella acaricia nuestro mundo. ¿Sabes que? Pienso, entonces, que la vida real solo nos espera y que, ahora, apenas estamos preparándonos para ella...
Daniel Doello

martes, 22 de mayo de 2012

Las cosas que no hacemos




Me gusta que no hagamos las cosas que no hacemos.  Me gustan nuestros planes al despertar, cuando el día se sube a la cama como un gato de luz, y que no realizamos porque nos levantamos tarde por haberlos imaginado tanto.  Me gusta la cosquilla que insinúan en nuestros músculos los ejercicios que enumeramos sin practicar, los gimnasios a los que nunca vamos, los hábitos saludables que invocamos como si, deseándolos, su resplandor nos alcanzase.
Me gustan las guías de viaje que hojeas con esa atención que tanto te admiro, y cuyos monumentos, calles y museos no llegamos a pisar, fascinados frente a un café con leche.  Me gustan los restaurantes a los que no acudimos, las luces de sus velas, el sabor por venir de sus platos.  Me gusta cómo queda nuestra casa cuando la describimos con reformas, sus sorprendentes muebles, su ausencia de paredes, sus colores atrevidos.
 Me gustan las lenguas que quisiéramos hablar y soñamos con aprender el año próximo, mientras nos sonreímos bajo la ducha.  Escucho de tus labios esos dulces idiomas hipotéticos, sus palabras me llenan de razones.  Me gustan todos los propósitos, declarados o secretos, que incumplimos juntos.  Eso es lo que prefiero de compartir la vida.  La maravilla abierta en otra parte.  Las cosas que no hacemos.

lunes, 14 de mayo de 2012

Rosa roja o rosa blanca....



Como todos los años, en estas fechas se celebra el día de la madre en todo el mundo.  Acá fue ayer domingo.   Yo tengo a mi madre y a mis hijas lejos, así que no es que esté muy feliz ese día, pero sé que así es la vida y que no hay un día de la madre, todos son importantes para todas las mamás e hijos.

Y me he acordado de un hecho, no sé si anécdota, vivencia o qué, pero me dieron ganas de contárselas.
Cuando yo era niña y vivía en Penco, (un pueblito maravilloso cerca de Concepción), el día de la madre era el 10 de mayo cayera el día que cayera, no como ahora que se corre para el segundo domingo de mayo.
Y recuerdo que en el colegio, nos hacían ponernos en el delantal o chaleco  una rosa roja si teníamos la suerte de tener a nuestra madre viva; y una rosa blanca a quienes por desgracia no la tenían.  
Si tomamos en cuenta que yo tenía 7 años, y era un colegio que sólo tenía hasta 4° grado, era bastante cruel el temita de las rosas.  A quién se le habrá ocurrido no sé, pero supongo que para  los que llevaban la rosa blanca era un día bastante triste.
Un año me puse una rosa roja en un lado y una blanca en el otro.  Todos me quedaban mirando, obviamente, pero nadie se atrevía a preguntarme nada.  ¿Sería que tenía madrastra?  ¿que mi madre estaba muriéndose?  En ese tiempo yo lo tomaba como una travesura, pero con los años me he ido dando cuenta de la crueldad del famoso asuntito de la rosa roja y la rosa blanca.
¿Qué piensan?
Maru

domingo, 6 de mayo de 2012

Neutropenia

Hola, he tenido unas semanas, no sé si decir malas o buenas, ha habido de todo.
Lo peor es que me encontraron NEUTROPENIA, que significa que mi médula ósea no está fabricando la cantidad necesaria de glóbulos blancos , los soldados que nos defienden de las infecciones y bichos en general. 
Pues, yo produzco mucho menos de lo normal, me hicieron una punción a la médula para sacar muestra y sí, mi nivel está más bajo de lo que debería. 
Así que tengo que alimentarme bien, y además, me pondrán unas inyecciones para tratar de que mi médula produzca más glóbulos blancos.  Si no lo hace, ni idea qué harán.


Aparte de eso, una penita:  ayer mandé a mi gatita Violeta a Santiago, no la podía tener por orden médica, tengo que evitar las alergias, el asma y hasta resfriarme.  Así que ahora está con mis hijas y yo tengo penita.


Sobre mi "obra de arte"  ahí sigo dándole a la máquina, he avanzado bastante, a ver cuándo estará lista.
Por supuesto no está perfecta.
He estado mirando blogs de quilt y patchwork y soy pre escolar, me falta muuuuuucho que aprender, pero por el momento me conformo con lo que sé.
Saludos a todos.
Maru