Y, comprenderán que muchas ganas de Navidad no tengo, y, aunque nunca me ha gustado celebrar la Navidad con todo su consumismo y sus "obligaciones", siempre hago un gesto mínimo, más por Robin que por mí.
Este año he pensado hacer algo pequeño en rosa y plata. No sé por qué, sólo se me ocurrió. Todavía no sé qué haré, pero estoy reuniendo cositas.
Como la otra vez me dediqué a limpiar mis dedales, y ahora me tocó ordenarlos de nuevo en sus vitrinas. Vinieron unos sobrinos y trataron de contarlos y por lo bajo, hay más de 500.
Y por lo demás, sólo desearles que este mes que empieza pronto sea dichoso, que se lo tomen con calma sobre el tema consumismo, compren regalos a artesanos, a gente que hace cosas hermosas con sus manos, que son únicas e invaluables.
Nos veremos en un nuevo post pronto.
Un beso
Maru