El miedo es una boa que se enrolla en tu cuello y no te suelta. Sientes cómo te comprime la garganta, el pecho, no te deja respirar y luchas para que el aire entre a tus pulmones. El corazón se desboca. Es un momento aterrador.
Luego, de a poco, sientes que te empieza a soltar. Luego empiezas a preguntarte por qué, de qué y a dónde va ese miedo.
Sientes que te va abandonando, que la boa te va soltando y por fin puedes respirar.
La cabeza deja de dar vueltas, tu cara toma color de nuevo y sabes que lo has logrado; una vez más.
Maru
Lo he sentido antes. Un beso
ResponderBorraralentador saludos y suerte mucha
ResponderBorrarFicamos sufocados, angustiados, mas ao enfrentar o medo, tudo se torna mais claro e podemos avançar.
ResponderBorrarGostei muito, obrigada pela visita
Beijos e abraços
Marta
Muy bien explicado, espero que vayas encontrándote mejor.
ResponderBorrarUn beso fuerte
Así lo recuerdo en épocas que lo padecí.
ResponderBorrarBesos.
A veces, esos miedos son partes de una depresión o de un estados de ansiedad, por lo que es muy importante acudir a un profesional médico -nunca a curanderos ni videntes-, porque ese miedo constante se pueden convertir en algo crónico, y así no se puede vivir.
ResponderBorrarEspero, Maru, que esto que nos cuentas sea ficción, y no lo estés padeciendo tu.
Un fuerte abrazo, amiga.
Aprendí desde niña a dominar el miedo, porque alguien me dijo no dejes que él te controle, que te paralice o te manipule, y era alguien muy sabio.
ResponderBorrarUna descripción muy acertada, Maru, en cuanto aparece la boa, antes de que se posicione en el cuello y oprima hay que hacerse la muerta y cuando se confíe salir corriendo fuera de su alcance...
Un abrazo,
El miedo puede llegar a paralizarte dependiendo del motivo por el cual lo sientas.
ResponderBorrarAbrazos.