Mujer, cómo no advertiste. Cómo no intuiste cómo sería tu vida al unirte a ese hombre. Lo hiciste con la imprudencia de quien sabe que le queda poco tiempo. Era otra época, lo sé. Pagaste caro tu apuro. No pensaste que el amor es el ingrediente principal de un matrimonio. Sin él, no hay nada. Es cierto, cuesta mantenerlo, pero si no empiezas con él ¿cómo lo haces con el natural desgaste?
A la primera señal ¿cómo no huiste? Cómo no pensaste que la violencia es un espiral y que después de las disculpas, los perdones y las lágrimas habría otra y otra y otra vez.
Cómo no advertiste en su mirada que no ibas a ser feliz. Cómo te cegaste, cómo no pusiste atención a los detalles, que decían a gritos qué tipo de hombre era.
Luego fue tarde para ti, dos hijos a los que criar, mantener, educar. En tus tiempos no era cuestión de decir “me voy” o “te vas”, había que quedarse porque económicamente dependías de tu marido. Pero no era tu caso, siempre trabajaste, tenías una profesión, trabajaste incluso más que él. Mientras él se iba de parranda, tú trabajabas, cuidabas de tu casa, tus hijos y sufrías en silencio.
¿Por qué no te fuiste cuando aún era tiempo?
¿Por qué ahora tengo que visitarte en una tumba y llevarte flores que se robarán o marchitarán muy pronto?
¿Por qué no pudo llevarte flores frescas alguna vez? ¿Por qué no entendió que sin ti, él no era nada, como claramente lo sabe ahora entre rejas?
¿Y ahora qué harán tus hijos? Perdieron a su madre y perdieron a su padre, que poca pérdida es, en realidad.
Y todo por no estar sola.
Todo por decir “mi marido…”
Todo por no ser diferente, por no ser parte de esa minoría que se queda sola.
...solo el cucharón sabe lo que hay al fondo de la olla
ResponderBorrarBuena jornada ☺️👍 abrazos
No es fácil escribir de estos temas, el circulo de la violencia sobre la mujer es complejo: los malos momentos son muy malos pero no todos son malos momentos. Es fácil imaginar que antes de que acabara esto de esa forma ella intentara dejarlo, y quizá, en el mejor de los casos hasta tuvo apoyo de los seres cercanos, pero cuando volvió con él (porque tenían hijos en común, o porque le habia dicho que cambiaría, o porque lo quería o, como dices, por no estar sola) las personas que le apoyaron se sintieron traicionadas y la siguiente vez ya no estuvieron a su lado. Tal como lo escribes das por sentado que tenía los recursos para escapar del horror, pero no es fácil. Comparto tu enfoque pero si yo escribiera eso en España me lloverían piedras en forma de "parece que criminalices a la víctima", veo que en Chile aun queda algo más de libertad de expresión. Un saludo
ResponderBorrarEs una historia muy real. Un brso
ResponderBorrarTu escrito invita a la reflexión. Me ha puesto como seguidor de tu blog. Saludos.
ResponderBorrarEs para meditar en profundidad, muy buena entrada, de las que prefiero.
ResponderBorrarUn besote, preciosa.
Algo sé de lo que comentas y reflexionas. ¿Qué hace que una mujer se case y no se separe cuando comienzan las primeras señales de violencia familiar?. ¿Un sueño de familia, un tal vez con amor cambiará, miedo a la soledad?. Leía tiempo atrás que una mujer inmersa en el espiral de violencia, demora años en despegarse de la ceguera y del temor y, lo hace, cuando se da cuenta que no es amor lo que pensaba que sentía. Cuando comprende que el verdadero amor no levanta la mano física ni verbal pero, nunca sale sola. Necesita una red de apoyo que le ayude a sacarse la venda de los ojos.
ResponderBorrarMuy buen escrito querida Eugenia
Abrazos
Profundo relato. Las mujeres maltratadas se le queta de los amigos, su amor propio y luego su vida. Te mando un beso.
ResponderBorrarVaya historia, no se debería repetir, creo que ahora las mujeres ya no necesitan un marido, ni por compañia ni por economia. Un abrazo
ResponderBorrarEstoy de acuerdo contigo Ester
Borrarpero no todas son como nosotras
Cuanta verdad en esas palabras!!! Creo que los tiempos han cambiado un poco.
ResponderBorrarBesitos fuertes
Mucho mejor sola que mal acompañada.
ResponderBorrarBesos.
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ResponderBorrarPara que te enteres gordita te dejo este texto
ResponderBorrarDiría que no siempre alguien se une a otro ser por "no estar solo/a".
ResponderBorrarIncluso diría que hasta no hace mucho no es que fuera una opción, sino que era "la opción".
De todos modos tu texto lo deja bien claro. Qué error y qué pena estos sucesos que se suceden por todo el mundo.
Un abrazo.
Pienso que lo que nuestra generación había ganado en cuanto a derechos sociales, de la mujer etc lo estamos perdiendo con la ola de neoconservadurismo que nos invade. ¡Una auténtica pena! y un paso atrás.
ResponderBorrarLas mujeres de hace tiempo han sufrido mucho, ahora ninguna mujer necesita de un hombre para salir adelante sin su ayuda. Me gustó tu entrada.
ResponderBorrarbonita entrada
ResponderBorrarsaludos