Te fuiste demasiado pronto. Nos dejaste un agujero difícil de llenar. Nuestro consuelo es lo poco que sufriste. Dios seguro te recibió con los brazos abiertos. Aníbal, que descanses en paz. Nunca te olvidaremos. Maru
Leo las palabras de amor que nunca me escribiste. Escucho las promesas que nunca me hiciste. Perdono errores que nunca cometiste. Lamento errores que nunca cometí. Vivo de ilusiones pensando si eras real o producto de mi imaginación. ¿Habrá alguien tan perfecto? ¿Cuál fue mi error? Creer que sí eras perfecto. Ahora mis manos tratan de tapar el agujero que dejaste en mi corazón. La culpa es mía, por creer que eras para siempre. Fuiste mi perdición, mi religión; fui esclava, y estoy segura de que ya no te acuerdas de mí. Maru
Espérame, espérame hasta que pueda despojarme de lo que he aprendido.
De lo que he estado haciendo. De los caminos que he recorrido sin mirar. Espérame hasta que deje de llorar. Espérame hasta que pueda tomarte de la mano. Espérame hasta que sepa qué es lo que debo decirte, qué es lo que debo enseñarte. Espérame riendo. Espérame quietito. Espérame.