miércoles, 29 de febrero de 2012

Los indignados


"Lo importante es confirmar que el planeta está dividido entre los indignos y los indignados. 
En un mundo que obliga a la indignidad, neutral no se puede ser"

jueves, 16 de febrero de 2012

Morir un poco...



Si hoy pudiera dormir plácidamente
escapar de mi mundo triste y loco
para así descansar serenamente
porque dormir… es como morir un poco.
Dormir es lo único que quiero;
dormir me libera del cruel tormento
y me alivia de este vil sufrimiento.
Mi mundo tiene un negro color
¡Ya no soporto más este dolor!
Quiero dormir o morir de una vez.
Hoy quiero dormir un poco
y morirme poco a poco
dormir es como morir un poco.

martes, 14 de febrero de 2012


Día del amor, amistad y consumismo, por supuesto.
Pero, como hay que seguir las tradiciones,
feliz día para todos, sin excepciones (bueno, excepto uno).

viernes, 10 de febrero de 2012

La tribu


Hace un tiempo llegó mi sobrino Rodrigo, hijo menor de mi hermana y el menor de los nietos (19 años).
Y hace unos días llegó mi Susi con una amiga.  Así que tengo una tribu en mi casa.
Pero feliz, porque hacen casi todo, jiji, aseo, cocina, etc.
El fin de semana nos fuimos a la playa con Robin, Rodrigo y una pareja de amigos.
La pasamos muy bien, la playa se llama San Ignacio y es hermosa como todo lo que hay por estos lados.
He parado con mis bloques de crazy quilting, porque con los chicos aquí, hemos salido mucho y no me queda tiempo.
Lo que sí he hecho ha sido leer en mi Kindle, realmente estoy feliz con él.
Ayer las chicas se pusieron a hacer cupcakes, tan de moda que están.  Quedaron deliciosos y lindos. 

La novedad es que me compré otro notebook, porque el otro moría a cada rato.  Es un HP color violeta, el nombre de mi gata.  


Y creo que no tengo más novedades, de salud estoy bien, manteniéndome a base de medicamentos pero trato de no ponerle atención a los achaques.
Un beso para todos.
Maru

miércoles, 1 de febrero de 2012

Separación


Se siente en el aire, en el respirar
es inminente el final de la batalla, 
ni ganadores ni vencidos, 
los corazones se niegan a dejar de latir, 
y se desgarran en la separación. 
Años al mismo compás 
pero sólo quedan restos arrastrados por el hastío 
y miradas que se mezclan con rabia, desdén 
y una necesidad imperiosa de un bálsamo de olvido. 
Maru