martes, 26 de marzo de 2013

Los entresijos de mi viaje a Santiago

Bueno, como ya saben, llegué a Valdivia de vuelta.  Ahora me resfrié.  Pero la visita no estuvo exenta de anédotas como haber perdido el bus de ida.  Traté de comprarlo por Internet y elegí irme a las 21:30, y cuando ya tenía todo listo, me sale que la página está mala.  Llamé por teléfono y me dijeron que sí, que la página estaba mala y no sabían cuándo la iban a arreglar.
Total que tuvimos que ir al terminal a comprarlo y nos dieron a las 21:00; pero yo ya me había quedado con las 21:30 y estábamos esperando cuando nos dimos cuenta de que no había nadie a nuestro alrededor esperando, y además, ese bus es muy puntual y no llegaba, y ahí nos dimos cuenta de que el bus ya se había ido.  Fuimos a la agencia y nada, no cambian, no devuelven dinero, nada de nada, ellos nunca pierden y yo perdí como en la guerra.  Total tuvimos que comprar pasaje en Tur Bus, que lo detesto, además, mala atención, mala infraestructura, pésimo, para nunca más, además, yo lo tengo descartado por las estadísticas de accidentes que tiene.  Pero como necesitaba viajar ese día, no me quedó otra.  Gracias a Dios, llegué bien molida pero llegué viva.
Mi madre enfermita, delgada la encontré y muy adolorida, era hacerle muchos masajes al día para aliviarle el dolor de su pierna, cocinar, ir a comprar, en fin, ayudar en lo que más pude.  
También me encontré con algunos regalitos de cumpleaños:

De mi hermana y familia:
De mis papás: una calientita mañanita para los fríos sureños.  Dormiré calientita.

También mi hermano que andaba de vacaciones por el norte me trajo un detallito lindo
Por supuesto no faltaron las visitas de mi familia, mi hija Susi, nietos
Una rica once en familia
Mi hija Susi con su concierto en flauta
Un rico almuerzo

Y por supuesto, el asalto a las cosas de mi mamá, unos botones de madera antiguos, tijeras

Botellas para hacer mis artes Vintage
Mi hermana también me llevó algunos cachureos
Y muchos otros botones antiguos
Argollas
También me traje fotos antiguas de la familia para escanearlas, hasta yo estoy por ahí toda una bebé
Y el álbum de fotos de la boda de mis papás, y la foto oficial de la boda que yo enmarqué e intervine

Después les mostraré más tesoros para hacer mis "obras de arte"
Que tengan una buena Semana Santa.
Hasta pronto.
Maru












jueves, 21 de marzo de 2013

Y me voy a Valdivia...



Después de estar una semana y un día en Santiago donde mis padres, vuelvo a mi querida Valdivia, con s río y tantas cosas bellas y  con mi querido Robin.
Espero haber sido de ayuda para mi mamá enferma.  Sé que queda triste porque me voy, pero no me puedo partir en dos, tengo a mi nueva familia (Robin) en Valdivia, tengo mi casa y mi vida allá.
Echaré de menos a mi madre, a mis hijas y al resto de mi familia, pero sé que no es una despedida para siempre; siempre volveré para verlos.
Pero llegó la hora de partir y ya en dos horas más me empiezo a mover para irme al terminal.
Adiós Santiago, me voy, pero volveré (si Dios quiere)
Maru

martes, 12 de marzo de 2013

A Santiago los boletos...


Esta noche me voy a Santiago. Lamentablemente no es una visita de placer; voy a cuidar y a ayudar a mi mamá que está bastante enfermita.  Eso también le aliviará un poco el trabajo a mi hermana, ya que ella trabaja (menos mal es enfermera) y se lleva todo el peso.
Así que parto.  No sé cuánto tiempo será necesario que esté allá, sólo espero que mi mamita mejore.
De todas maneras este bicho se va conmigo, así que ya les iré contando cómo van las cosas.
Un beso.
Maru

domingo, 10 de marzo de 2013

Cena cumpleaños

Bueno, no hay cumpleaños sin celebración, así que anoche Robin preparó unos ricos crudos y cenamos con mis primas Ximena y Marisol.
Por supuesto, no podìa faltar la rica torta, buena conversa, historias y muchas risas.
Y yo payaseando, como siempre, jaja.
Todo lindo.
Gracias mis queridos.




Y los regalitos de mis primas:

Maru



jueves, 7 de marzo de 2013

Jaibas...

Cuando yo era niña y venía de vacaciones a Valdivia, íbamos a una playa que se llama Los Molinos y era típico que vendían jaibas.  Uno esperaba que llegaran los botes que las traían  recién sacadas del mar. Y habían unos tablones como mesa, largos me acuerdo y unas bancas para sentarse, todo muy rústico.  Y había alguien con unas ollas bien grandes con agua hirviendo y las iban cociendo (pobrecitas) y uno las compraba, se instalaba en el tablón y le pasaban una gran piedra.  Y uno se podía comer todas las que pudiera comer y comprar.
Eso ya desapareció hace mucho, pero el domingo Robin me llevò a esa playa para que respirara aire marino para mis pulmones un tanto enfermitos, y encontramos un puesto donde ¡vendían jaibas vivas!, ya no tablones ni cocidas ni piedras, uno se las lleva a su casa, las cuece y se las come.  Y bueno, la tentación fue grande y compramos cuatro.
Y las cocimos y parados en la cocina en una tabla, igual de rústico que antes, con un martillo (no tenemos esas pinzas especiales), nos dimos un atracón de jaibas.  Mmmm, què recuerdos y què ricura.  Habíamos comido, pero envasadas, la pura carne, rica igual, con mayonesa, ñam ñam.  Pero tuvo su encanto especial comerlas así, a la antigua.
Ahora, a los mejillones gigantes, se suman las jaibas.  Qué ricooooo.
¿Les gustan?
Maru
A martillazo limpio, jaja



miércoles, 6 de marzo de 2013

Invitación...


Hola, estoy de vuelta después de enfermedades respiratorias varias.  Pero respiro, que es lo importante.
Sólo entro para contarles que he creado otro blog, el que sólo se tratará de mis escritos.  Ya saben que me gusta escribir y que el libro que iba a empezar hace como tres años no llegó al título (estaban todos ocupados).
Así es que están todos cordialmente invitados a conocer mis letras en:

            http://atrapadaenmisletras.blogspot.com

¡LOS ESPERO Y DEJEN COMENTARIOS O MORIRÉ DE HAMBRE!
Maru