Ella se acostumbró a dormir sin abrazos.
A hacerse cargo de sus líos,
a juntar sus pedazos.
Ella sabe que la vida no es un cuento de hadas.
No se abandona, se ama y se abraza fuerte cuando
llegan los malos ratos.
Es valiente, ella vuela con sus propias alas.
Maru
Ella vive su vida, será feliz y podrá estar orgullosa. Abrazos
ResponderBorrarella me maravilla con sus historias sin miedos
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