Sana, sana....

Hoy por fin salí de mi encierro. Hice varias cosas, las inevitables compras y trámites.
Y en la tarde fui a la oficina de Mr. Big a buscar unos papeles y para ello tenía que atravesar la principal Avenida de Santiago, la Alameda. Así que iba yo caminando tranquilamente con mi botella de agua, cuando la vereda me hizo una zancadilla y chus!!!!! desaparecí.... me tropecé y caí de guata... me rompí las dos rodillas (una ya me la había roto con un salto mortal en Argentina), me rompí las manos y el jeans. La verdad es que como no tengo vergüenza, jaajaja, más me reí que otra cosa; me levantaron entre 4 personas y una señora de cierta edad decía "pobrecita" .
Y ya en pie, y dadas las gracias con una "sonrisa", seguí mi camino con el orgullo herido.
Me dolió, igual quería llorar, pero fruncí bien el cerebro para que no me rodara ni una lágrima.
Claro que mis buenas intenciones me duraron hasta que llegué a la oficina de Mr. Big, porque ahí me desahogué, el pobre no entendía nada, jajajaja.
Esa fue la aventura del día.

Maru