¿Como te llamas en realidad?

A todos nos pasa cuando nacemos.  Nos inscriben en el Registro Civil y nos dan un nombre, o dos, a veces hasta tres.  Y ese nombre será el cartel que llevaremos toda la vida colgando de cuello, nos guste o no.
Pero lo divertido, es que al final nadie nos llama por nuestro nombre.  Cualquier cosa, menos el nombre:  Fran, Feña, Mary, Moni, Susi, Tere, Faby, Rafa, Lucho, Lili y un largo etc.
A mí nunca me ha gustado mi primer nombre, María.  Generalmente los nombres María son compuestos.  Pero muchos, sobre todo en lugares públicos, me llaman por sólo mi primer nombre:  María y me da mucha rabia.  Porque no me gusta, no suena bonito, no me siento representada.  
Seguramente es una tontera mía, por supuesto, pero bueno, nadie me preguntó cómo quería llamarme cuando me bautizaron, bueno, tampoco me preguntaron si quería bautizarme, así es como llegué a llamarme  como no me gusta y estoy bautizada por una iglesia en la que no creo.
En fin, ce’ la vie.
Maru