Una rosa en un aparente eterno rosal. Tan igual, tan diferente. Tan de tantas, tan única. Todas rojas y bellas, mismo aroma y magnificencia.
Sin embargo, ¿no son sus pétalos diferentes? ¿No lo son sus espinas?
Pero siguen siendo bellas, perfectas, aunque ellas nunca, quizás, lo sabrán. Pues su verdadera belleza, su verdadera perfección radicará en los ojos del poeta que la vea entre tantas y
la haga ser lo que es.
Cuando ese poeta llegue, ya no habrá rosal, será única, será la perfección que siempre tuvo y nunca notó.
Maru 2005
primaaaaaaaaaaa
ResponderBorrarno lo entendí......jajajajaja.....es que yo re poco poética soy, le pego más a la redacción histórica de las cosas así por ser que a la poeticidad misma....me cacha la onda....jajajajaja
bueno, pero igual te comento pa que después no digas que no te escribo nada
jejejejeje
igual escribes lindo primita
congratulation
besios