Sigo buscando un nombre
en las columnas verde/azules,
que transitan
y repasan
la conciencia.
Un nombre ajeno
que me adopte como carne,
y que se rompa de una vez
sobre esta imagen.
O que tenga acaso,
algo de magia en las ranuras,
y goce altivo de sabor
dulce y amargo.
Uno que se olvide
por común o masticado,
y no este blanco
que huye al trueno
en mestizaje.
Sigo buscando ese nombre
o quizá,
sin que lo sepa,
tan sólo un cuerpo
y una cara
que no esconda su dolor
entre lo oscuro
de la ceja.
O una historia
que me cuente diferente,
y tenga un punto de partida
en otra tierra,
que proyecte mi camino
en los dobleces.
Sigo buscando un nombre,
una figura, algún bosquejo,
que me abrace a la sombra
que adormezco,
y me haga mujer
a sangre de fusil y beso.
Pero que perdure
ante todo
mis cariños,
y deje al corazón,
éste tan mío,
como virgen…
Y a ese hombre
que yo quiero……
siempre adentro.
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