Una mano danza suavemente, se eleva al aire con estilo. Se eleva y atrapa vida entre sus tejidos, rejuvenece y empieza a verse un poco mejor. Nadie se eleva como ella, se deja caer.
Cae como catarata a través del vacío, se detiene en el silencio y gira hasta atravesar las barreras de lo mortal. Ahora ella pertenece a una nueva dimensión. No requiere concentración ni movimiento, nada más sencillo y bello que la mano que danza sin motivo, y saluda al extraño entregándose.
Maru
snif, snif, snif....
ResponderBorrarinsisto...no pares de escribir
TQM