jueves, 17 de octubre de 2024

Oscuridad



Una ciudad no se hace en un día.  Pero sí se puede destruir en un día.  Basta un incendio, una lluvia persistente y torrencial junto con una salida de río.
Tal vez un apagón.  Millones de personas sin luz, sin Internet, sin comunicación, sin teléfonos ni celulares.  Sin televisión.  Tal vez eso sería lo que destruiría la ciudad.  
El hombre, desprovisto de sus más grandes adicciones, se convertiría en un ser maligno, saldría en las sombras a mitigar su ira.  Destruiría todo a su paso, robaría, saquearía, violaría, cobraría venganza por los agravios que hubo sufrido, verdaderos o imaginarios.
Las familias tendrían que hablarse, y saldrían a la superficie la ira, la rabia, la incomprensión, los celos, los temores y los más oscuros pensamientos, y, así, también el pilar de la vida se destruiría.
¿Y qué vendría después?  No lo sé y no lo quiero saber.

lunes, 9 de septiembre de 2024

Tu silencio

Lo que me quieras decir, dímelo ahora

Luego mis oídos se cerrarán para ti 

Déjame mirarte antes de que mis ojos 

Se cierren para ti 

Déjame besarte antes de que mis labios 

Se vuelvan amargos para ti 

Déjame tocarte antes de que mis manos 

Se vuelvan garras para ti 

Déjame hacerte el amor antes de que mi cuerpo 

Se vuelva prohibido para ti. 

Porque ahí, sólo ahí, 

Sabré si eres mío, 

Sabré si soy tuya. 

viernes, 26 de julio de 2024

Si no fuera...

Si no le tuviera miedo a las alturas, me tiraría en paracaídas y volaría en un globo aeroestático.

Si no tuviera vértigo, correría por las azoteas de los edificios.

Si no fuera tan pequeña, las estrellas estarían más cerca.

Si tuviera más fuerza de voluntad, dejaría de comer carne de una vez por todas.

Si fuera más valiente, practicaría parku y surf.

Si fuera más sabia, habría muchos errores que no hubiera cometido.

Si no fuera tan cobarde, no le tendría miedo al dolor físico, ni al morir de forma violenta.

Si  pensara menos, podría actuar más.

Si no fuera tan cobarde, no me arrepentiría de cosas que no hice.

Maru

martes, 2 de julio de 2024

Un llanto azul

 





En una noche insomne pensaba en tantas cosas... miraba a mi alrededor y veía tantos colores asombrosos.
Dios nos dio una gama de colores tan extensa que a veces no nos damos cuenta de que los colores llenan nuestra vida.
Escribo en una hoja blanca, con tinta negra de un lápiz rojo.  Miro a mi alrededor y veo los tonos de café de los muebles.
Veo el azul del plumón y el rosado de mis zapatillas .
Mi pijamas es azul y mis sábanas una alegoría de colores florales.
Las paredes en tono rosa, las cortinas otro rosa.  El techo blanco, y si miro el armario veo el arco iris; desde el blanco y negro, azul, rojo, verde, café, celeste, rosado.
Vivo rodeada de colores, colores también en la comida, donde se mezclan exquisitos sabores con lindos colores.
Mi bicicleta es celeste, la pasta de dientes es de tres colores y mi cepillo es rojo y blanco.  
Me encanta el amarillo, naranjo, colores alegres que dan energía.
Y cuando tengo que llorar, un llanto azul brota de mis ojos, y muere en mis labios rojos.
Maru

viernes, 14 de junio de 2024

¿Quién no se ha sentido tonto alguna vez?




Háblame de las veces en que hiciste el tonto, arriesgándolo todo para seguir la llama del deseo. Puedo preguntar y escuchar sin juzgar, porque yo también he hecho el tonto.
El año 2003 me enamoré de un hombre que parecía corresponder a todo lo que yo había imaginado: alto, de cabellos oscuros y suaves, ojos café e inteligentes, con un rostro franco y un cuerpo musculoso que irradiaba una masculinidad fuerte y amable. Y me hizo reír mucho, en una época en que necesitaba reír desesperadamente. Todas mis precauciones habituales sobre la rapidez y la medida en que abriría mi corazón y mi vida a cualquier hombre se evaporaban en el calor del deseo que me empujaba hacia él, con las manos abiertas, susurrando: "Vive". No me guardé nada. Lo arriesgué todo. Me dejé amar y amé, profundamente.
Y ocho meses más tarde me quedé con las manos vacías, con un dolor en el pecho como si tuviera una astilla de hielo clavada, mi orgullo hecho añicos. Yo era la tonta.
Admitirlo me molesta bastante. No importa cómo sucedió o por qué no vi las señales de advertencia. El final, aunque fui yo quien lo decidió, me dejó atontada. Pero ahí estaba yo, todavía respirando, aunque me sintiera avergonzada y vulnerable. Incluso huí un mes fuera del país, buscando el olvido. Había vaciado mi rabia hasta el fondo. Me había mostrado ante el mundo como una mujer capaz de pasiones hondas y desatadas que podía pasar por encima de mi habitual habilidad para juzgar el carácter con agudeza y para tomar decisiones después de una cuidadosa deliberación. Yo era la tonta.
Y lo volvería a ser.
No cambiaría ni un solo momento de amor por la seguridad de un resultado previsible o para proteger mi orgullo. Porque aprendí a distinguir entre el ardor y la calidez de la verdadera intimidad, entre el poder y la pasión, entre la intensidad y el amor. Descubrí toda la dimensión de mi anhelo de un compañero, la necesidad de un amigo, un hermano y una pareja donde sólo había buscado a un amante.
Aprendí que ser la tonta no me mataría. ¿Por qué, entonces, nos da tanto miedo parecer tontos?
En este día en especial, no estoy asustada. Estoy dispuesta a hacer lo que pueda, sabiendo cuáles son mis límites. Mi deseo de dar una respuesta al mundo que me rodea, de hacer simplemente lo que soy capaz de hacer con lo que está frente a mí, es, por el momento, mayor que mi miedo de equivocarme, de parecer tonta. Con frecuencia, ese no es el caso.

jueves, 6 de junio de 2024

Un nombre extraño (desconozco el autor)

 



Sigo buscando un nombre
en las columnas verde/azules,
que transitan
y repasan
la conciencia.
Un nombre ajeno
que me adopte como carne,
y que se rompa de una vez
sobre esta imagen.

O que tenga acaso,
algo de magia en las ranuras,
y goce altivo de sabor
dulce y amargo.

Uno que se olvide
por común o masticado,
y no este blanco
que huye al trueno
en mestizaje.

Sigo buscando ese nombre
o quizá,
sin que lo sepa,
tan sólo un cuerpo
y una cara
que no esconda su dolor
entre lo oscuro
de la ceja.

O una historia
que me cuente diferente,
y tenga un punto de partida
en otra tierra,
que proyecte mi camino
en los dobleces.

Sigo buscando un nombre,
una figura, algún bosquejo,
que me abrace a la sombra
que adormezco,
y me haga mujer
a sangre de fusil y beso.

Pero que perdure
ante todo
mis cariños,
y deje al corazón,
éste tan mío,
como virgen…

Y a ese hombre
que yo quiero……
siempre adentro.

miércoles, 15 de mayo de 2024

Manifiesto

 Me declaro obligada a respetar a todos y a cada uno de los seres que habitan esta tierra.

Me declaro con todo el derecho a marcar cuál será la distancia entre esos seres y mi persona.

Me declaro incondicional, única y absolutamente, en el amor y protección a mis hijas.
Renuncio a hacer cosas que no quiero sólo para que otros me acepten.
Renuncio a hacerme cargo de ofensas, enojos o malhumores ajenos, sobre todo si no me fueron comunicados
Exijo mi derecho a que no me den consejos que no pido. 
Exijo mi derecho a que no me enseñen nada que no solicito. Si quiero aprender algo me anoto en un curso o contrato un profesional. Gracias.
Aviso que mi disco rígido esta casi lleno y que el espacio libre estará sólo reservado para MIS deseos.
Declaro que la poca paciencia que me va quedando es propiedad exclusiva de mis dos hijas.
Declaro que sólo voy a rodearme de gente que me haga bien, me agrade y me dé afecto.
Renuncio a las relaciones que me cuestan esfuerzo, dolor y desilusión constante.
Aviso que mis manías y/o defectos sólo irán en aumento. Exijo que no se espere mucho más de mí de lo que ya doy. Es lo que hay. 
Aviso que a partir de este momento digo NO a relaciones de una sola mano. O ponemos ambos o hasta acá hemos llegado. 
Me declaro libre para elegir qué como, qué escucho, qué me pongo y qué escribo
Me obligo a decir la verdad con mi derecho a callarme mis secretos.
Exijo que no me cuenten cosas que me hagan mal o que no pueda resolver.
Renuncio a perder tiempo en adivinar sentimientos ajenos o en disfrazar los míos.
Aviso que voy a intentar vivir cada día más liviana y menos profunda.
Aviso que voy a elegir siempre el camino más fácil sin salirme del marco de la ley y de las buenas costumbres.
Exijo no ser sometida a juicio alguno. Por lo menos no en mi presencia y menos sin juez acreditado.
Renuncio a querer saber todo lo que se dice de mí.
Renuncio a tener que aprender a convivir o interactuar con personas que no me gustan aunque eso me condene a reencarnar indefinidamente. Vivir me gusta mucho así que encantada vuelvo varias veces más.
Queda inmediatamente en efecto todo lo arriba enunciado. He dicho, declarado, y avisado.
Maru, Jess, como si fuera yo

miércoles, 1 de mayo de 2024

Corazón saltando

 ¿Qué hace que tu corazón dé un salto inesperado?

Amor
Sentimiento
Beso
Abrazo
Un perrito que atraviesa la calle inesperadamente y estás a punto de atropellarlo
Un ataque de pánico
Una mala noticia
Una premonición
Un asalto
Un infarto
Sorpresa
Reprimenda del jefe
Discusión con los hijos
Discusión con la pareja
Ver la cuenta del banco cuando falta para fin de mes
Una bicicleta que pasa rápido por tu lado
Ir en un automóvil que va demasiado rápido
Deportes 
Miedo
Podría seguir eternamente 
¿Qué más?

sábado, 16 de marzo de 2024

Gracias

Gracias al sol por envejecer cada tarde entre sus montañas, al agua por correr en diques que buscan caminos donde separar campos y regarlos con afecto, al viento por llevarme hasta los buenos sentimientos de buenas personas. 

Gracias a la luna por cuidar con su mirada a las personas que se extravían en las conversaciones de arreglar mundos, al vino por encenderlas, gracias al humilde por escucharlas. 
Gracias a todo el que sabe decir "de nada".
Gracias al que lee y al que grita, si lo que grita es más hermoso que el silencio.
Gracias al que se lo merece, al que lo sabe, gracias al que debiendo hablar, se calla.
Maru

martes, 20 de febrero de 2024

Ana

Mirando hacia la oscuridad o dentro de ella, Ana se preguntaba ¿hasta dónde y hasta cuándo decir no?, sentía que poner un mar o un metro de distancia era demasiado complicado y era una decisión de costos y de pérdidas y éstas han sido siempre tan dolorosas, tan grises y una carga muy pesada de llevar.  Pero, permitir que todo lo propio se extraviara, que la sonrisa y su voz cantora se apagara era también un peligroso viaje al abismo.

Finalmente se quedó dormida, y al comenzar la mañana, cuando la luz del día es más bien azul, se puso de pie, ordenó sus cosas y decidió que le ponía punto final a esta etapa de la vida para iniciar otra, para atreverse de nuevo y para intentar recuperar la libertad perdida, pero eso le generaba mucho miedo... y se fue buscando una historia que le permitiera decirse a sí misma que el cambio de ruta era posible y que aún no tenía un mapa que le ayudara a emprender nuevos pasos... sin culpas.

Una amiga de Ana, un poco loca y con afán de escritora, le decía que el tiempo y la distancia curan todas las heridas, y aunque era consciente de que era algo más que eso, no podía evitar pensar que Ana en su encuentro debía afrontar las dudas, las certezas, los encuentros y desencuentros, dejarlo fluir y dejarse ser.... la felicidad es una actitud y aunque no siempre resulta fácil asumirla depende de lo que intentemos hacer y de las cosas que queremos ser.

-Ana, la felicidad no puede ni depende de si nos equivocamos en el camino de este arte que es vivir, depende de que amemos lo que tenemos , lo que es posible y también de amarnos a nosotras mismas...

Sin culpa Ana, sin culpa.


(Para Ana, en su afán de independencia, - 1996 – nunca supe si lo consiguió)


viernes, 26 de enero de 2024

No calles




No cierres tu boca, no hagas sonar
ese silencio provocador de calma.
No calles tus risas ni tu llanto, no calles, que yo te escucho.
Escucho admirada tus palabras, para mí son alegres,
pero no motivo de risa,
sino porque son hermosas.
Porque tú las dices, y eres una persona hermosa,
llena de ratos felices;
no te vuelvas triste como las hojas que caen en otoño,
no murmures, que el viento no te escucha.
Maru