jueves, 10 de enero de 2008

Piensa en esto....


Hay un tren que está andando y andando y no se detiene. Cada segundo, cuatro pasajeros suben al tren y dos bajan. Cada segundo. Piensa en esto. Durante el tiempo que estás sentado aquí, ¿cuántos se fueron y cuántos vinieron? Ellos vienen y se van. Del mismo modo, un día viniste. Esto es fenómeno. Escucha tu historia. En este ir y venir, viniste y te sentaste en este tren. Esas son las buenas noticias. Realmente, felicitaciones por sentarte en el tren. Felicitaciones porque estás vivo. Felicítate porque un aliento entra y sale de ti. Esta es la verdadera bendición del creador. La gente pide por esto y por aquello, nadie pide por el aliento. Y sin pedirlo, el creador te lo está dando. ¿Y qué tienes que hacer? Aceptarlo. ¿Y qué obtendrás con esto? Lo que deberías obtener es dicha.

1 comentario:

  1. Hay veces que dentro de ese mismo tren cambiamos el asiento, buscamos uno más apartado de los demás para poder estar solas con nuestros propios pensamientos.
    No queremos separarnos de los demás dejándolos de lado. Tan solo es que necesitamos un ratito de silencio y paz para buscar en nuestro interior la respuesta a cosas que nos suceden. Nada más.
    Y sentada en el asiento lejano del vagón, mirando por la ventana el paisaje lejano me pierdo en mi interior. Pero pronto, muy pronto, volveré a juntarme con las demás en el loco ir y venir de cada día.
    Te quiero mucho, pececito

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El alma se alimenta de palabras, y tus palabras son muy importantes para mí. Déjame algunas y seré muy feliz.