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No sé si les he contado que Robin me dejó traer a mi amada gata Violeta desde Santiago. Bueno, no diré que la adora, pero en realidad igual le hace algunos chistes y cariños de vez en cuando, aunque lo disimula, e insiste en decirle Gato.
Y algo que no permite por ningún motivo, es verla encima de nuestra cama. Pobrecita, cuando ella en Santiago dormía encima de las niñas, jaja, ahora tiene su propia camita en mi taller. Y por lo mismo, empezamos a cerrar la puerta del dormitorio nuestro en las noches.
Pero anoche, porque lo quiso el destino, se nos quedó la puerta abierta. Por supuesto que Violeta dijo "ésta es la mía" y entró sigilosa (así como andan siempre los gatos) y se subió a mi lado. Eran más de las 2 de la mañana. Yo dormía y no me di cuenta. Pero a la muy bruta se le ocurrió maullar, y Robin despertó y la echó volando... y entre que yo despertaba y que Violeta arrancaba, veo que Robin vuela (porque no hay otra palabra), hacia la ventana, saca medio cuerpo y grita un par de garabatos.
Yo me dije ¿what? y pensé ¡se cayó la Violeta por la ventana! casi muero. Y Robin seguía asomado en la ventana y yo ya no entendía nada cuando le pregunto qué pasa, y me dice que cuando se sentó para echar a la Violeta de la pieza, vio que las cortinas se movían demasiado y era que un tipo que había abierto la ventana y ya tenía casi un pie dentro. He ahí la reacción de Robin.
Con el ruido, se prendieron luces de otros departamentos y algunos dijeron que lo habían visto y le habían gritado, pero el tipo (un adolescente), no hizo caso y se subió por el tubo por donde baja el agua de lluvia del edificio y encontró dónde poner el pie.
Yo duermo para el lado de la ventana, así que no dudo que el tipo, o se asusta al ver gente y se va, o simplemente se hubiera tirado contra mí, no quiero pensarlo, tal vez me hubiera dado una paliza y después se enfrentaría con Robin, o no sé; bueno, con Robin le hubiera ido mal, porque es grandulón y forzudo y furioso, yo creo que es muy peligroso...
El asunto es que el tipo se tiró del segundo piso y salió corriendo; ojalá se haya roto un pie o algo más el infeliz.
O sea, si no se nos hubiera quedado la puerta abierta y no hubiera entrado la Violeta y no hubiera maullado y despertado a Robin, tal vez la historia sería otra. Así que Violeta es mi heroína, la amo... nos salvó de una buena...
Ahora, estaré aterrorizada cuando oscurezca y yo esté sola, por supuesto.... como ahora que Robin no está y yo tengo tres luces prendidas y las ventanas y cortinas bien cerradas...
Yo creo que fue un poco culpa nuestra porque usamos tan poco la sala y el comedor, que a veces nos olvidamos de cerrar las cortinas, entonces, tal vez pareciera que no hay nadie. Y todo oscuro a las 2 de la mañana, yo creo que el tipejo pensó que el depa estaba solo.
Bueno, agradecemos a Dios que no haya pasado más allá y yo agradezco que estuviera Robin, pero me quedé espirituada y ahora ando vigilando las ventanas, un poco sicótica, espero que se me pase, porque ya más loca no quiero volverme.
Así que aunque vivan en el piso 24, no se fíen, estos parásito se las arreglan para llegar a cualquier parte a hacer sus fechorías.
Maru