Uno en la vida aprende a resignarse. Resignarse a que hay amigos que traicionan. Resignarse a que las cosas no se solucionan tan rápido como uno quisiera. Resignarse a ser muchas veces incomprendida. Resignarse a que algunas personas nos decepcionan. Resignarse a que el tiempo va pasando y empezamos a pensar ¿qué he hecho con mi vida?. Resignarse a que somos nada en un inmenso universo. Resignarse a las líneas del tiempo en nuestra cara. Resignarse a que nunca seremos más altos ni más bonitos ni más inteligentes. Resignarse a que hay cosas que no cambian, por mucho empeño que pongamos. Resignarse a que nuestra cuenta bancaria más baja que sube. Resignarse a que las cuentas llegarán, tengas o no tengas dinero, tengas o no tengas trabajo. Resignarse a que seres queridos, inevitablemente, partirán antes que tú. Resignarse que dentro del engranaje del mundo, sólo somos una tuerca. Resignarse a que en nuestros trabajos sólo somos un número.
Resignarse a que somos sólo una estadística.
Pero aún así, somos únicos y nadie nunca, jamás, será "yo" o "tú", y a eso también tenemos que resignarnos.
Maru
jejejeje
ResponderBorrarque buena reflexión....
creo que al final de todo tendrás que resignarte a que nunca podrás ser como tu prima favorita....o sea yo....jejejejeje
un beso