Querida Maru, vengo a visitarte un ratito, he dado una vuelta por los últimos post, hacía tiempo que no te visitaba. He visto que te encuentras mal. Deprimida. Es el mal de nuestros días. Todos tenemos cerca o muy cerca o en nosotros mismos la fea cara de la depresión. De nada vale que te digan "sal más, arréglate, ponte bonita, disfruta... tienes de todo..." Una se siente mal y punto, cuando te invade esa tristeza que sale de la boca del estómago termina llenando tus ojos de lágrimas, lagrimas incontenibles... que te sorprende conduciendo un coche o hablando con le vecino. Desespera no poder parar ese surtidor de tus ojos. No controlar tu propio cuerpo... Ese dolor en la garganta, que duele de verdad... esos medicamentos que te dejan como gilipollas (perdón) que te atontan y te sientes otra... Qué voy a contarte ¿verdad? Solo puedo decirte que se pasa, con tiempo, con paciencia, sin forzar la cosas, porque no se puede. Dicen que hay que tocar fondo para poder empezar a subir. Aunque te parezca una barbaridad... disfruta de tus lágrimas, disfruta de esos momentos amargos e intenta sacar algo positivo de ellos. Este estado de ámnimo enrriquece al ser humano, a su interior. Creéme, se acaba, se espacian las taquicardias, se espacian cada vez más los ataques de ansiedad y se sale, enriquecido, fortalecido, mejor persona... Un beso, cielo. Si necesitas ahí estoy (aunque no nos conocemos, puedes contar conmigo) Natacha.
Querida Maru, vengo a visitarte un ratito, he dado una vuelta por los últimos post, hacía tiempo que no te visitaba.
ResponderBorrarHe visto que te encuentras mal. Deprimida. Es el mal de nuestros días. Todos tenemos cerca o muy cerca o en nosotros mismos la fea cara de la depresión.
De nada vale que te digan "sal más, arréglate, ponte bonita, disfruta... tienes de todo..."
Una se siente mal y punto, cuando te invade esa tristeza que sale de la boca del estómago termina llenando tus ojos de lágrimas, lagrimas incontenibles... que te sorprende conduciendo un coche o hablando con le vecino.
Desespera no poder parar ese surtidor de tus ojos. No controlar tu propio cuerpo...
Ese dolor en la garganta, que duele de verdad... esos medicamentos que te dejan como gilipollas (perdón) que te atontan y te sientes otra...
Qué voy a contarte ¿verdad?
Solo puedo decirte que se pasa, con tiempo, con paciencia, sin forzar la cosas, porque no se puede.
Dicen que hay que tocar fondo para poder empezar a subir.
Aunque te parezca una barbaridad... disfruta de tus lágrimas, disfruta de esos momentos amargos e intenta sacar algo positivo de ellos.
Este estado de ámnimo enrriquece al ser humano, a su interior.
Creéme, se acaba, se espacian las taquicardias, se espacian cada vez más los ataques de ansiedad y se sale, enriquecido, fortalecido, mejor persona...
Un beso, cielo.
Si necesitas ahí estoy (aunque no nos conocemos, puedes contar conmigo)
Natacha.
felicidades son muchas visitas., y eso molaaaaaaaa
ResponderBorrarte dejo abrazos.
Bueno, ¡¡vamos por las 20.000!!
ResponderBorrar;)