Domingo...

Como cada domingo, desperté con las campanadas de la iglesia, parroquia, capilla, vayan a saber qué, que está cerca de mi edificio... como cada domingo dije, aggggg!!! quiero seguir durmiendo.

Pero imposible. Así que me levanto y tomo desayuno para tomarme los primeros medicamentos del día.

Le doy comida a los gatos, agua, les hablo y me miran como diciendo "idiota, los gatos no entendemos cuando nos hablan en humano". Les limpio su baño (ésta es la parte más desagradable del día).

Me ducho, me visto y me digo: ¿y ahora qué hago? reviso mi mail, contesto algunos correos, borro otros.

Abro el blog, veo los comentarios... me encanta encontrarlos... me da esperanza de que no estoy tan sola.

No me doy cuenta y ya es hora de almorzar... pensar en cocinar no es viable, así que tomo yogurt.

Busco algo que ver en la tele, veo las noticias, puras malas noticias... mejor no verlas. Pongo música en mi notebook, y me paseo otro poco. Cambio el agua de mi altar Zen, prendo una velita y pienso que es por todo el que la necesita.

Me llama mi mamá, no alcanzo a llegar y me deja mensaje: "sólo quería saber cómo estabas". Estoy, pienso, no me pidas más.

La llamo para que no se preocupe. Me invita a almorzar, le digo que no, que tal vez vaya más tarde, que tengo mucho qué hacer (me pregunto qué), y sigo en mi peregrinar por mi departamento. Ordeno una ropa, miro mis queridos libros que desde ayer tienen repisas donde descansar tranquilos (estuvieron 8 meses en el suelo)... y así sigo....

De repente, decido ir donde mis papás, viven como a 24 kms. No es poco... Junto todo lo que tengo que llevar. Bajo... me instalo... se me quedó la radio del auto, vuelvo a subir, grrrr... y parto. Les doy una sorpresa porque no me esperaban... espero no haberles arruinado la siesta, pienso.

Luego invito a mi mamá a un supermercado que me recomendaron por lo barato... es más bien una especie de bodega sin toda la parafernalia de los supermercados. Llego y veo el estacionamiento bastante lleno, parece que realmente es barato. Y sí, lo es, pero si compras al por mayor, al detalle los precios son igual que en los supermercados "normales".

Llegamos de vuelta y mi mamá prepara la once.... tomo coca cola, cosa que no me gusta ni debo... pero hace mucho calor para tomar té o algo caliente. Me como media marraqueta con mantequilla. Nos ponemos a conversar, los tres, creo que como nunca, de mí, de mi vida, de mis males, de mi incipiente negocio... en fin.

Se hace de noche y parto de vuelta.

Llego y Susi ya ha llegado...

Y se acabó el domingo...

Mañana empieza el lunes y haré trámites relacionados con las cosas tributarias y legales de mi microempresa. Tengo que empezar pronto. Tengo que producir, y tengo que hacerlo ya.

Fin del día domingo, segunda tanda de medicametos, muero de sueño. Buenas noches.

Maru