jueves, 3 de mayo de 2007

Cuando el miedo nos paraliza....


¿Cuántas veces hemos dejado de hacer cosas por miedo? ¿Cuántas veces hemos perdido cosas o personas importantes porque nos da miedo reconocer, decir, demostrar? Yo por lo menos, muchas. Y he decidido no tener más miedo. Ya tengo edad suficiente para no asustarme ante el rechazo, el ridículo o lo "no políticamente correcto". He perdido demasiado, he arriesgado poco, y al final me he quedado muy sola. Hoy me declaro si no valiente, al menos temeraria.
El temor genera incoherencia y desarmonía en los pulsos del corazón. Esto reviste una importancia mayor hoy, pues sabemos ya que el ritmo del corazón es el marcapasos de todos los ritmos del cuerpo. Las emociones repercuten en el corazón y, a través del sistema vascular, en todo el cuerpo. También el ruido emocional genera alteración de los pulsos eléctricos de los centros que en el cerebro coordinan múltiples funciones vitales. Así que los invito a deshacerse del temor, total, ¿qué podemos perder arriesgándonos? nada, un poco de orgullo, que al final no sirve de nada.
Maru

2 comentarios:

  1. bueno, muy bien sabes que estoy pasando por una estapa de revelación en terminos laborales.

    Por primera vez en mi vida no tengo miedo, porque por primera vez confio en mi.

    El miedo paraliza, el miedo hace que tu adversario o tu contraparte lo huela y se aproveche de eso.

    Al fin de cuentas... ¿Que se puede perder?, NADA creo yo!

    Si nos equivocamos al arriesgarnos tenemos 2 caminos, quedarnos derrotadas o volver a ponernos en pie y seguir intentando decifrar el laberinto de la vida.

    Yo apuesto por la última y veo que tu también.

    Eres muy valiente desde el momento que reconoces que has tenido miedo, ese es el primer paso, ahora lanzate que verás que te espera un colchón de petalos de rosas.

    Un abrazo de oso.

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  2. yo aun tengo mucho miedo
    no puedo evitarlo
    pero me alegra saber que has dado un gran paso
    y es perder ese temor estùpido que nos hace ser tan debiles
    vamos primita ke se puede

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El alma se alimenta de palabras, y tus palabras son muy importantes para mí. Déjame algunas y seré muy feliz.