sábado, 3 de febrero de 2007

De tristezas y soledades


Hoy amanecí un poco triste y cuestionándome muchas cosas. Se me han juntado las cosas, el tema trabajo, la incertidumbre, el haberme sacado un 80 en el examen escrito final en inglés, lo cual aunque muchas se rían para mí es como un 5 y eso no es bueno. Ahora me falta el oral el viernes y siento que me irá como el forro. En fin, no estoy motivada y nada que hacer. Diciéndolo en buen chileno, ¡estoy chata!
Y no es solamente eso. Una de mis hijas se fue a Curicó por dos semanas, de la otra no sé nada hace una semana, no llama, no habla, no nada y me pregunto cómo tienen esa capacidad para olvidarse de su madre así tan fácil. Bueno, supongo que será elección y nada que hacer.
Triste porque me quedo sola, la próxima semana estaré de vacaciones (sólo una semana) y estaré sola. Es como que estoy sola porque es lo que me tocó, vivir la soledad, y aunque tenga amigos y amigas y de repente hasta un romance por ahí, igual en el fondo estoy sola. Y creo que llega el minuto de aceptarlo. Y aprender a vivir con ella. Como escribí una vez:


Estos días en los que sientes que tu soledad pesa más que tu propio cuerpo, te sientas aquí delante de esta caja de palabras sueltas y lágrimas encontradas y comienzas a teclear sin saber muy bien dónde te van a llevar los dedos; sientes cómo la vida se te escapa al monte de las añoranzas, de los recuerdos, de los sueños... huyendo de tu propia realidad, y te das cuenta de cuán sola estás y quieres huir, quieres escapar, necesitas escapar de esta angustia, de esta sensación de fracaso, pero... ¿dónde? ¿dónde puedes estar a salvo de tus propios demonios?... nada, no hay respuestas... no, mejor me quedo aquí, en mi rincón, con mi silencio, en mi mundo de sueños imposibles caminando entre recuerdos de aquellos tiempos en los que sonreías de manera espontánea, en los que siempre había una salida, en los que se cerraba una puerta pero se abría una ventana por donde podías seguir respirando.


Ahora siento que esa ventana cada vez abre menos, que la soledad es más patente mientras avanzo en edad, no es que me sienta vieja, pero es verdad que mientras más "grande", te cuesta más conseguir las cosas que das por hechas, familia, pareja, humor, entretención, etc.
Pero también entiendo que tal vez es lo que me tocó vivir y algo tengo que aprender de ello. Y cierro mis ojos y me imagino el futuro, y no me gusta mucho lo que veo, pero lo acepto, porque no me daré por derrotada, no, seguiré adelante y nada lo impedirá.

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