Gracias a todo aquel que se ha preocupado por mí. A todo aquel que me ha odiado porque si bien no es bueno, alguien me recuerda.
A todas y cada una de las personas que alguna vez conocí y me enseñaron la luz encima del hombro.
Pero también a otras por enseñarme que no somos nada y estar al límite del miedo.
gracias también a aquel que reconoció mi talento, pero también al que quiso opacarlo porque me ayudó a no dejarme.
Gracias amigos y enemigos porque, si bien existe la felicidad, también existe un lado oscuro y así estoy preparada para lo que viene.
Gracias al que me regaló un abrazo porque en él me sentí protegida y gracias al que no me lo dio, porque así pude descubrir que puedo sobrevivir sin el cobijo de alguien.
Gracias, sí, muchas gracias porque por ustedes soy lo que soy hoy en día, porque les debo la mitad de mi vida... no importa si te llamas José, Manuel, Carmen o Antonio.... te llames como te llames... muchas gracias.
(abril-2006)
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