martes, 27 de marzo de 2007

Credo para los que han sufrido....


Le pedí fuerza a Dios para poder triunfar.
Fui hecho débil, para que pudiera aprender humildemente a obedecer...
Pedí salud, para poder hacer grandes cosas.
Recibí la enfermedad, para que pudiera hacer cosas mejores...
Pedí riqueza, para poder ser feliz.
Recibí pobreza, para que pudiera ser sabio...
Pedí poder, para lograr el elogio de los hombres.
Recibí debilidad, para que pudiera sentir la necesidad de Dios...
Pedí todas las cosas, para poder gozar de la vida.
Me fue dada la vida, para que pudiera disfrutar de todas las cosas...
No tengo nada de lo que pedí, pero sí todo lo que esperaba.
Casi a pesar de mí mismo, mis plegarias silenciosas fueron atendidas.

¡He sido, entre todos los hombres, sobradamente bendecido!

Roy Campanella

1 comentario:

  1. Leyendo esto me doy cuenta de todo lo cierto que dice. Siempre pedimos aquello que realmente creemos querer sin darnos cuenta de que lo realmente importante esta junto a nosotros. Besitos despues de muchos dias, rulosa linda.

    Tu pececito

    ResponderBorrar

El alma se alimenta de palabras, y tus palabras son muy importantes para mí. Déjame algunas y seré muy feliz.